martes, 10 de enero de 2012


Se acerca una tormenta
como mi alma profunda
fecunda de dolor y amor,
me destruye y alimenta

No importa cuánto yo sienta
una pasión inabarcable,
así el mundo entero se abre
penetrado por mis sentidos

Abriendo un camino de corazones partidos,
un reguero de sanguinolenta desilusión,
avanza a mi lado la Angustia marchando
como soldado sin bandera o nación,

Quisiera elevar al Cosmos una canción
que me uniera a su profundo Secreto
más soy un parásito sin respeto
pululando un astro divino

Abriendo así el camino
la ambición y el deseo tejen redes mortales
Dios nos humilla recordándonos su poder
tras un largo vuelo digno de inmortales...

Descubrimos que todos han de fenecer.


L.

Inter vivos, Iure divino...Mors ultima linea rerum est.

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