miércoles, 3 de septiembre de 2014

SOLITUD



Soledad, eterna soledad,
como el mar se retira, breve instante,
de compañía
ficcional

Las amistades del corazón son espuma
y los amigos agua salada
en lágrimas se enjuagan
vuelto el mar
a sumergirme, orilla,

Soledad, perenne soledad,
no te evapora el sol del amor
ni el tiempo, ni las tareas,
no te ahuyenta el dolor
ni de sangre las mareas
colmado de asesina pasión,

Por un instante te creo abjurada
pero ni los astros me acompañan,
sin relente, eres mi compañía jurada,
cuando las musas de mí se adueñan
estás allí, extasiada

En el rincón de mi sombra
en mis sueños y pesadillas,
en mi reflexión de penumbra,
y en el peso de mis rodillas,
te arrastro como mis hombros mi cabeza
abrome paso por esta profunda maleza,
de la que nunca venceré

Sí, supe y me enteré
de los consuelos al pasar bien bebidos
de la compañía, la algarabía,
aquellos instantes perdidos
que vuelven la ausencia más pesada y más profunda

Es posible escribir, crear,
gritar muy fuerte,
elevar una canción serena y creadora 
de lo sentiente,
pero será independiente,
y allí estaré, sin recibir respuesta,
rayo de luz
para el alma

Todo cambia y se disuelve
mi única vana esperanza permanece
y persiste la ilusión
de que la Muerte la destroce


Y yo pueda descansar
olvidar.

L.