martes, 28 de febrero de 2012


Portador del rayo maligno
señor de las tormentas de iones
rugidor de corazones
cabalgante celestial benigno
armado de furia y benevolencia

Arriáme hasta que sea un libertino
un viento libre y peregrino
adoratriz de la vida y el amor,
caminando entre el cielo y el dolor
mi mente desmigaja a colores

Despertados los rencores
a mis fuerzas impulsan,
son un fuego imposible
un canto marcial
resonando mis carnes

Danzarín de los vientos
cazador y seductor,
tejedor de sentimientos,
aburrido creador

Hecho fui, trovador
y errante,
así como inútil para todo resta
caminante yerrante
excepto del amor,

Soy un hijo de Cipris
la más poderosa del Universo

De que sirve el poeta al mundo
si no está muerto, sin embargo...
excepto para que la seducción
destruya vidas, imperios y dignidades

Ay, el camino de la renovación
siempre requiere de los denostados
agentes del dolor...

lunes, 20 de febrero de 2012

Ejercicio de Conciencia


Hay dolores terribles y profundos como un océano, que permanecen en los fondos más oscuros del alma.
Desconozco aún los actos inhumanos, pero si conozco la ceguera y las hambres del alma que empujan a niveles inauditos de actos plenamente irracionales que no le traerán ningún bien a la persona.
Situaciones de estrés y dolor extremos, pueden empujar a las personas a cometer locuras que probablemente les persigan toda la vida, o les arruinen aquello que más valoraban de su vida.

Toda emoción (que no es más que tensión acumulada de estímulos ante los cuales no se ha podido responder adecuadamente, vengan del interior mismo de la persona o del exterior), cuando alcanza un poder suficiente, adquiere casi vida propia y parece poseer a la persona, al punto de que nada importa salvo dejar salir aquella tensión que se ha acumulado tan poderosamente en el cuerpo, obviando toda consecuencia desastrosa que pueda tener el liberar aquella energía acumulada que estaría por causar una crisis patológica de algún género.

Las personas más fuertes de voluntad mental, evitan aquellas tensiones a costa de su salud. Aquellos de voluntad más débiles, o lo suficientemente sabios para preservar la preciosa salud, intentan balancear sus vidas, y (como a veces la fortuna obliga con circunstancias impredecibles y terribles) cuando por cualquier motivo aquello es imposible dejan pasar esa fuerza arrolladora y luego hacen cuanto pueden por rehacer sus vidas.

Así como el cuerpo se desmaya en situaciones que no debería, y pareciera que genera un mal al hacerlo, pero ha generado un bien mayor desconectándose de la conciencia por el tiempo que lo ha necesitado para lidiar con la situación o para evitar un daño mayor…De esa misma manera funciona la psiquis ante los estímulos internos y externos que acumulan energía emocional que en exceso resulta dañina, y acaban generando una reacción adecuada para evitar un mal mayor.

Naturalmente muchas patologías criminales o anormales proceden de energía emocional reprimida, de falta de respuesta ante ciertos estímulos. El caso más común es la persona que registra muchas veces falta de respuesta a agresiones externas, y por eso acumula un enorme resentimiento.
El problema de la estructura mental es que al alcanzar la madurez y desarrollarse, comienza a funcionar la memoria de manera más eficiente, generando estructuras de defensa psicológica ante las diferentes situaciones que se presentan. En caso de situaciones irresueltas (falta de fluidez emocional) éstas acumulan y generan tensión por su cuenta, aún a niveles inconcientes, de ahí la razón por la cual hay personas que reaccionan ante situaciones que ven como análogas de su pasado (esto varía desde comportamientos específicos situacionales a comportamientos generales hacia todas las demás personas) de manera que parece irracional o excéntrica…Es su forma de liberar la tensión irresuelta, unos verdaderos generadores de energía emocional que seguirán funcionando mientras el golpe psíquico que motivó la adaptación defensiva a aquella situación no haya sido asumido y resuelto por cualquier vía.

Por lo tanto la única forma de superar un terrible dolor es asumiendo los motivos, las causas que llevaron a dicha situación, haya sido única o se haya transformado en un hábito patológico… Y asumiendo la necesidad que hubo de adaptarse, y que en el presente es absolutamente innecesaria dicha adaptación. Todo esto requiere un ejercicio de conciencia.

Vete de mí ya. Te he dicho suficiente. Ahora solo queda un dolor atenuado por el raciocionio y empujado por el deber.


L.

Cuiusvis hominis est errare; nullius nisi insipientis in errore perseverare

sábado, 11 de febrero de 2012

La Buena Muerte


Todas las veces que reveo aquellas fotos de aniversario, aquel puente nebuloso del pasado, encerrado en un casquete de conductores, líquidos endurecidos y luces...Todas las veces me reencuentro con un dolor intenso que me recuerda que la muerte es la salvación y el final de toda la existencia.

La finitud de la vida vuelve valiosos todos los momentos, pasajeros todos los tormentos, único e irrepetible todo lo vivido, valiosa cada persona, cada vivencia, cada tiempo y cada etapa que lo ilustra, de nuestro ciclo. Y finalmente la sensación del descanso, del fin de los innumerables dolores y cuidados de nuestra vida mortal. De nuestros esfuerzos y luchas, muchas veces fútiles, muchas veces irracionales, muchas veces contra fuerzas imposibles de superar...

Y aquí estamos, con la muerte siendo la responsable de darle el valor incalculable que tienen las cosas. Si viviera para siempre, ningún amor valería nada, ningún bien tampoco, ninguna persona, ni ningún pecado sería doloro. Tendría la eternidad para rehacer mis pecados, la eternidad para lograr lo que quiera y por lo tanto, no hacer jamás nada...Podría despreciar al mundo, porque siempre tendría otra oportunidad u otro destino lejos de donde ofendí, ya que siempre habría lugar para nuevos momentos, nuevas personas, nuevos lugares...

Y así vuelvo a mi dolor. A los labios de terciopelo que una vez toqué, y que su sensación se desmigaja poco a poco en mi memoria, mientras yo asisto a esa carnicería con la desesperación de quien quiere llorar y no puede siquiera tener ese desahogo.
A aquellas bufandas y aquel aniversario de un invierno más cálido y bienhechor que los días frescos de la primavera. Los colores, los saltos, las sonrisas y las risas, como si una hormiga paseara por la superficie de una torta de felices colores.

Qué contraste para un verano opresor, una vida opresora, y un anhelo que grita desde los seis años rogando libertad, verdadera libertad. Solo se es libre cuando se tiene el poder pleno de decidir sobre la vida de uno sin acabar muerto o despojado, cuando se puede soñar sin tener que pensar en innumerables obstáculos de tributo y opresión para el beneficio de otros ajenos que acaban por destrozar todo lo que ansiamos por el desgaste de aniquilar todo cuanto producimos de valor y quisimos guardar para un futuro mejor.

Y por último, sólo se es libre en la muerte, donde ya nada ni nadie puede alcanzarte, donde un nuevo plano de la existencia cobra forma, donde la opresión ya no puede seguir, donde la sangre, la vida, el tiempo y la felicidad no son tributos que se deban pagar a los poderosos. Que casualmente son esclavos de sus propios poderes.

Un hombre que no es libre no tiene dignidad. Y quien no tiene dignidad no merece mi respeto.

Por eso no me respeto a mí mismo.

Y el deseo de la Muerte es natural, todos lo hemos sentido con frecuencia, al sabernos prisioneros de un dolor que nos roba la vida del ánima, y nos deja tan solo el cuerpo, que precisan vivo para poder oprimirnos...

Hoy digo no vale la pena vivir la vida sin libertad y sin amor, pues ambas virtudes, el amar siendo amado y el ser libre son lo que hacen a la vida desarrollarse naturalmente como está escrito desde su nacimiento, como fue hecho para ser, como será feliz y pleno si es.
Y sin embargo, pequeños errores y actitudes enfermizas van realizando la gran bola que la historia no puede ni quiere detener.

Hay vida más allá de las invisibles murallas que el asfalto, el hormigón y la maldad sostienen erectas, hay libertad para quien lucha por ella, y quien muere luchando por ella, muere libre y obtiene la victoria eterna. Más aún si murió amando y siendo amado.

Yo amo y soy amado, más no soy libre, y el amor me escapa, el miedo me toma negándome el derecho a la esperanza.

¿Debo hacer correr la sangre y el llanto? ¿Debo gritar tan profundo dentro de mí que se despierten todos los templos en mi interior?

Es la hora de realizar un primer movimiento, que, como una piedra arrojada con fuerza hacia el agua, envíe ondas sobre algo que durará eternamente. Y me permita alcanzar mi libertad.


L.

Porque solo piensan en ser libres, merecen ser llamados "romanos"

martes, 7 de febrero de 2012

Una oscuridad imperante se aproxima. Líneas parten de las nubes de tormenta, y late una parte de mi cabeza ante la manifestación del poder real y único, una simple muestra de lo que somos.

Parten las líneas de mí y vuelven hacia mí. Yo soy el centro. El engaño, la muerte, la destrucción, la necesidad, todas partes del ser.
La pureza es insoportable, el ser humano necesita variedad, peligro y cosas prohibidas para sentirse deseado, en control de sí mismo, libre y amado. Todas cosas de las que carece, y por eso es autoindulgente consigo mismo y se permite pecar. Sabe que no es libre, sabe que no es amado, sabe que no tiene control de sí mismo, sabe que no es deseado.

Pero al menos, busca un consuelo temporal, aunque prohibido, que le haga sentir que aún conserva alguno de estos atributos.

Pero de todos estos atributos, el único que realmente vale la pena es la LIBERTAD.

Sin libertad hay necesidad de escape. Y la libertad es emanciparse de todo, incluso de uno mismo y fluir con el cuerpo y el alma como si fuesen agua, en la dirección necesaria y armoniosa del ser.

Y esta sociedad oprime, roba los frutos ajenos, los hace perderse en una red de burocracia donde los culpables nunca son visibles. Y los culpables se cuentan por miles, cada cual toma un pequeño pedacito, y cuando acaba la suma, no se sabe quién ha sido, pero falta todo.

Casi la mitad de todo por lo que trabajaís, va a parar a manos de otros. Y mayoritariamente a manos de los que más tienen, que son los menos agravados por el robo de aquel ente que dice que te representa pero jamás lo hace...

¿Por qué entonces me juzgaís, cuando os miro con desdén, desde mis violáceas líneas, desde mis vientos de tormenta, desde mis ojos llenos de lluvia y truenos?

Si eso es lo que sois...Seres rogando por libertad...escamoteando en lo prohibido y en el daño a los más débiles aquello que no os atreveís a pelear en contra de los poderosos.

Yo solo respeto a quien ansía ser libre, al solitario, y al que está dispuesto siempre a morir antes que caminar por un camino desgraciado.

La vida fue dada a condición de la muerte. Quien elige vivir sometido, no es un humano a mis ojos.

La libertad es la virtud más importante del universo entero.


Despertar en la tormenta
fuego fatuo escucha mi canción,
escrutinios teñidos de pasión
tomand tu fuerza que alimenta

¡Arded rayos con mi corazón!
mi alma canta y alienta
los espíritus ardientes
gotas malsanas o dolientes
frías que consuelan
les digo hoy ¡mueran!

Dentro mío resbalan
goteando sin mojarme
a mi alma jalan
hasta el cielo elevarme

y aleteo.



Al leteo.