lunes, 18 de noviembre de 2013

FLOR NOCTURNA



Mi noche eterna, cobertora y fría,
liberadora de los calores del día
y la desgracia del ocupado sumiso,
ningún dios jamás quiso
que el Género torturase el Género,
ni que le transite cual paseo por el Ténaro
sin jamás franquear el Leteo bendito
más que a tragos amargos de un falso Río del Olvido,
tan permitido como maldito,
cocaína, trago del instinto y el sentido,
placeres desmedidos, vía de escape sin escapar
desesperación ilimitada y nunca más amar...

Mi noche, regresa a mí, y no te vayas,
que mis ojos se cierran y te adoran,
eres el sol de mis pupilas cansadas,
la inspiración de un Camus o un Ciaoran,

Mi noche repleta de sueños, de lo que vive sin fecha,
¡es que el día me acerca a la muerte que galopa!
en los tiempos de Apolo de certera flecha
la vida diurna no hacía muñecos de estopa,
sino que los cazadores Arcadios abatían bestias y bayas por igual
conocían los frutos dulces y la flor del nogal,
árbol amado por Dionisio, el egófago exaltado
Señor de verdades profundas, por último cantadas en una bulería,

En cambio la noche me acerca a los labios de Su Ambrosía,
la luna repone el pozo de mi sabiduría
y con cerrados ojos visito el Jardín de Mil Destellos
donde cuya cascada son Sus Cabellos,
y las flores Sus Poemas,
cada tallo es un verso que los pétalos cantan
allí esfuman mis penas
entre historias que cuentan
Thalía, la siempre alegre, morando en Tu Sonrisa,
Calipso, misteriosa y nocturna
que guarda los caminos de mis sueños
a cuyo final resides, en una noche diurna,

Dos te llaman sus dueños,
otros tantos te sueñan en dominio,
más en mi Jardín te veo, abarcando la Gea misma,
mi corazón es una marisma
que tus ojos calman y encienden cual un farol
para surgir de las profundidades, lento como un caracol,
tras un cuarto de vida, en ignominia,
misterio y desidia,
esta alma que te clama
este desierto que te añora,
dime ahora, Mi Dama,
dama ínclita, Diosa y Señora,
trágate este Apolo moderno y decadente,
¡dame una noche eterna!
y yo te entrego, sin pecado, ¡mi cielo ardiente!

Seré tuyo en cada beso como gota
que resbalando por mi alma seca,
esta revive y por doquier brota,
y el Jardín será la Meca
donde la roca negra, rodeada de estas flores místicas,
al tocarla asesine los pecados,
el canto de nuestras formas artísticas
nos hará inmortales en estas fecundas flores
cuyo elixir olvida los dolores
volviendo brisa fresca
cada instante de tus brazos
y cada uno de los trazos

que me acercan a Tí.



L.

sábado, 16 de noviembre de 2013

UNIVERSO



Eres la luz y la oscuridad,
eres siniestra de profunda bondad,
de un corazon tan puro como la Luna
tan inalterado como la Sunnah

Eres la Ley en mis ojos rebeldes,
eres la iluminación en tu misterio,
el Caos en un magisterio
de cien principales sedes

Tu fealdad horripilante
es más bella que los astros,
que hayan brillado por los lustros
de  los cielos del mundo vibrante,

Odias como fiera amante
al manso terrorista que te adora,
te olvida recordándote cada hora,
caminando por delante,
hacia atrás llega
corazón que riega
veneno que vivifica.

Tu mirada penetrante de ojos ciegos
se confunde con altaneros ruegos,
del rico miserable y el pobre generoso,
doloroso diría extrañarte
y amarte tan odioso
como alcanzar felicidad plena

Llena siempre mi alma vacía,
de pena alegre y triste alegría,
la noche es como el día
para quien despierto sueña
y dormido piensa profundo.

El hermético corazón inundo
hastiado y sediento de tus palabras
que devoro cual decapitado de cien caras.

Usted es una estrella impetuosa
inmóvil en el danzante Cielo,
arrogante cual un velo,
despinada cual rosa.

Si dicho no he suficiente
callaré sin dejar mi canto,
todo lo que toca es santo
lo áspero se torna suavemente
en oasis.


                                                                Soy el árbol solitario 
                                                    (en una noche eterna de luminoso estrellar)
que en Tu Mirada florece
y tiene raíces
en Tu Corazón.


L.

sábado, 9 de noviembre de 2013

TONTA ASTUCIA




Quisiera fuego ser para apagarme
No ser un Quirón indómito en el veneno,
Ni una nota triste elevada sin morirme
cual una estrella moribunda peno
sin agotar mi canción ni mi danza,

El otoño es una flecha ardiente
cuyo frío y cuyas lluvias me submerjen
en un paraíso de la mente
que surje cuando todos se refugien,
de tu frío liberador de espacios
apuñalador de los más reacios,
que lejos ya de su juventud
no resisten tu soplo eternamente viejo

Por el fuego del cañalejo
que nos maldijo Prometeo de falsa astucia,
sucia alma de sombría mirada,
repetida por cuarenta millones,
apágate o apágame, amante de ricachones,
sólo en la luna y el viento
y del sol su sombra
existe libre sentimiento
y libre ser sentiente.

Quisiera ser fuego para arder
los esqueletos de hormigón y acero,
reducir al punto más cero
desde el espurio al ínclito ser
que habita en el Profano

¿Qué es el Profano?
es como si la superficie tuviera un múltiple ano
sobre el cuál exhorta lo que la Peste llama Progreso,
allí cual el bubón hacía su congreso
de evolución y miseria,
la revolución y la fiebre difteria
borrarán la Peste de la superficie agreste

Tengo un deseo en la noche cuando la brisa
acaricia mis mejillas, y recuerdo el querubín nocturno,
que taciturno recorría las calles marplatenses de invierno,
añorando alejarse del infierno
sin saber que aquello era mi cielo diurno;

Allí pues abrigan la risa
el charlatán y el pesado,
abrigado el Leviatán ilusorio
que sostiene vuestro eterno velorio
con síntomas de movimiento glorificado
por las eras y los intentos
que siempre coronan a la dichosa Nada

Veinte millones de acentos,
hablaron los conquistadores de broncínea espada,
mil sarissas y misiles cruceros, ah, cañaleja...
consisten en la gloria de una especie compleja
cuyo código no es más largo que el Mosquito
peste de muchos, esparcida de Asia,
solo conoce el Tomo y el Quito
y tergiversar la falacia.

Mi alma está con mis hermanos de ausencia clara,
el nogal, el fresno, la luna que siempre aclara,
el canto de la cigarra en la sombra del estío abrasador,
el gorrión, de climas sabio conquistador,
el tigre y el elefante, más nobles y dignos que los gerentes,
y la ballena, amante de las profundidades ingentes
de una oscuridad más luminosa de colores
que el corazón de todos los hombres
juntos.

Fiebre que sufre de fiebre de grandeza
entre industria y pereza
habeís durado un segundo entre los eones,
cuando los antiguos ni reacios, ni remolones,
han caminado las estrellas y sumergido en los soles,

¡Y sin embargo venís cual quién sacude la tierra!
como si el mar y los vientos se sometieren a tu ansia de guerra,
y cual si el conocimiento te alcanzara para los mundos doblegar
ante tu sien sudorosa,
juro por la estrella de corona hermosa,
por los vientos y los círculos que les sostienen,
que estos advenedizos que aquí vienen

no son más que cadáveres ahítos de soberbia.


L.

martes, 29 de octubre de 2013

MUNDUS



VIENDO UN VIEJO AMANECER
OS CREEÍS LEJOS DE CREPÚSCULO QUE PRECEDE LA NOCHE
REPROCHE DE UNA ESTRELLA ARDIENTE
ENTRE MARES DE TINTA Y VENENO
YO TE INVOCO

EL AULLIDO DE LOCO
PREVALECE EN MI SILENCIO,
EN LA CALMA DEL CIELO
PERVIVE EN EL ARES QUE REVERENCIO
CUANDO MI CUCHILLA ENFUNDO
CON INTENCIONES SINIESTRAS

ENTRE REFLEXIONES FUNESTAS
DESEO SANGRE Y TRIPAS
DESEO GRITOS Y FUEGO,
DESEO LA DESESPERACIÓN POR DOQUIER
EL TERROR Y LA CONFUSIÓN, AMIGAS DEL ESPANTO,
AULLANDO LOBOS
EN LA NOCHE DESLUNADA

ENFUNDO EL FRÍO ACERO Y VAGO LAS DESAGRADABLES LUCES
LA CIUDAD ES UN ASCO,
EL GRAN MANICOMIO, UN CONCIERTO ORDENADO DE LOCOS
HA CONSTRUÍDO UN MONUMENTO A LA DESDICHA Y LA DESESPERACIÓN

PERO ESTÁ LEJOS DEL ENCANTO SUBLIME
DE LOS CLAROS SAGRADOS Y LOS TEMPLOS,
DE LOS RÍOS GLAUCOS Y LAS FUENTES TOCADAS POR LA HIGUERA,
DE LOS PELIGROS DEL VINOSO MAR, Y LAS ESTRELLAS DE LAS ESTACIONES,
DEL CANTAR DEL PÁJARO Y EL RUGIDO DEL JABALÍ,
LOS MISTERIOS DE LOS LAGOS, ESPEJO DE ALMAS Y SABER,

OH SÍ, ¡ODIADA CIUDAD! DESCUIDAOS DE SUS ENCANTOS
NACIÓ COMO FORTALEZA CONTRA LA GUERRA
Y AHORA ES SU SEDE ETERNA

¿no lo ven acaso, estúpidos mortales, que la ironía del universo se burla del orgullo humano, se burla de sus excesos, con la peor burla, el mayor desprecio, la ironía?

NACISTE PARA PROTEGER
PERO SOLO PREDAS,
NACISTE PARA NUNCA ARDER
AHORA MATAS
LENTAMENTE

¡SI! QUIERO CREPÚSCULO Y NOCHE, QUIERO CIELO SIN ESTRELLAS,
QUIERO VER LAS COSAS MÁS BELLAS
QUE ACOMPAÑAN LA SANGRE Y LOS OJOS EN BLANCO
QUIERO TODO CUANTO ARRANCO
VOLAR Y PERDERSE EN EL OLVIDO
MÁS NUNCA JAMÁS QUERRÍA
QUE LO OLVIDASEN LOS CHIVOS
LOS ARCHIVOS DE POLICÍA

CABRA NEGRA RESIDENTE
EN LOS HOSPITALES ASESINOS

POLICÍA VIGILANTE
REPRESOR UNIFORMADO,
SÍNTOMA QUERIDO Y ODIADO,
CORRUPCIÓN RODANTE
DE LO QUE NUNCA SE SOLUCIONARÁ

NUNCA VIVIRÁ
LA HUMANIDAD SU CAMINO REAL,
NUNCA ALCANZARÁ
LA PAZ NI EL FIN DEL MAL,
NUNCA RESPIRARÁ
EL CRÍO CON MIS DEDOS EN SU GARGANTA,
EL CIENTÍFICO SÓLO ADELANTA
A PASOS AGIGANTADOS DE DOLOR


EL FINAL INEVITABLE.


L.

domingo, 28 de julio de 2013

Política Natural I

Hay ciertos conceptos que fueron inventados en la antigüedad, que son artificiales, y que chocan con la naturaleza humana, por ello, son como un hijo deforme que por mucho que se esfuerce jamás superará a un hijo sano.

Lao Tsé nos cuenta que en la antigüedad China, cuando la gente no conocía al Emperador, lo veneraba cual una deidad. Con el tiempo la gente comenzó a hablar del emperador, luego a hablar mal del emperador, y a verlo como un ser humano. El emperador se había dado a conocer, ya no era una imagen lejana de la que no se llegaban más noticias que disposiciones "celestiales". Así comenzaron las revueltas, para sofocarlas, dice Lao Tsé, se inventó el concepto de "lealtad del súbdito". Se refiere a la famosa, y bien conocida en la actualidad, "ponerse la camiseta" referido a un acto irracional donde prima un deseo irresuelto de pertenencia de un ego que pide a gritos formar parte de algo importante y trascendente.
Es el color en las vidas vacías de los súbditos, y de los ciudadanos-de-pie de nuestro tiempo, pertenecer a un equipo de fútbol y entregarse a las emociones, los cambios de presión sanguínea y el estrés, por el resultado atrás de unos tipos corriendo atrás de un balón de cuero. Lo bueno es que esa pasión es relativamente inerme, y su único efecto nocivo es distraer la atención de los asuntos realmente importantes en la vida del amante de lo deportivo.
Encuentro connotaciones negativas similares en la palabra "militante", esta palabra lleva una carga subjetiva de ciertos adjetivos que no corresponden con el concepto de ciudadano. En teoría y en un mundo ideal, el ciudadano apoya un proyecto determinado (no un candidato ni un partido) porque así lo cree mejor para la situación histórica de su distrito, país, etc... Ese apoyo debiera ser plenamente racional, y con voz y voto de todos los iguales, en igualdad de derechos, relativa igualdad de condiciones económicas, en un estado fuerte. Ese es el modelo republicano que han postulado los romanos, en el que todos los ciudadanos no gozan ni de excesiva riqueza, ni de excesiva pobreza, sino que quien más tiene, aporta mucho más al estado, y se evita la ostentación para evitar el disenso, la envidia, la ambición y todos aquellos sentimientos que dividen a la sociedad. (De hecho, Lao Tsé decía que suprimir el lujo y la ostentación, significaba a su vez suprimir el bandidaje , la corrupción y el robo).
Es decir que, el militante, es el que se "pone la camiseta" por un liderazgo, lo que hoy sucede con el kirchnerismo, incapaz de encontrar un heredero apto, ya que su "proyecto" consiste en una liga de personas dedicadas al beneficio propio, naturalmente, ese estrés y esa presión sobre la sucesión no existirían si el partido fuese fuerte y tuviese un verdadero proyecto encima.

Ponerse la camiseta significa no reflexionar, sino darlo todo por una facción, generalmente, un caudillo. Una analogía es la familia, por los familiares, la grandísima mayoría de la gente llega a los extremos despreciables de encubrir o justificarlos, aún cuando hayan violado, matado o robado. Si el apoyo no es racional, sino pasional, entonces realmente se habla de militancia en el sentido militar, después de todo...

¿Qué es el militar?

El militar está entrenado para obedecer ciegamente las órdenes superiores, a no cuestionarlas, ni hacer preguntas. En ese sentido, acotan el ancho reflexión de sus acciones, y priorizan la profundidad de éstas. El militar sólo debe pensar cómo cumplir mejor su deber, siempre y cuando no implique desobedecer al superior.
¿Es realmente éste tipo de pensamiento el que queremos para una persona que defiende una causa supuestamente justa? ¿Ser un militante? Ser una persona irreflexiva, que apoya a una facción política porque "es su deber" apoyarla, y disentir, puertas adentro o, gran pecado, puertas afuera, con la postura de la facción, en algún tema considerado clave, puede pasar desapercibido en un miembro de poca monta. Pero resulta imperdonable en los miembros de algo de relevancia política.

Se espera de los jóvenes, en consonancia con la educación, que ha sido programada para obedecer, para obedecer el horario, para obedecer las órdenes de las autoridades que futuramente serán los empleadores.... Que entreguen la fuerza de su juventud, su percepción enorme, su pasión, sus proyectos y sus interminables ideas y creatividades, a una causa. Pero al mismo tiempo, que no la cuestionen. Que no cuestionen la autoridad, que no se nieguen a los comandos emanados de autoridad superior, que aspiren a lo que los líderes les dicen que deben aspirar. Y por supuesto, que siempre se esfuercen, y hagan todos los sacrificios que nadie ya plenamente adulto y aguerrido jamás haría sin la compensación correspondiente. Todo bajo la mentira culturalmente esparcida de "la lealtad del súbdito", todo bajo la mentira, aceptada cobardemente, de que todo joven debe entregarse por completo al trabajo que se le endilgue, y que lo haga por "deseo natural a prosperar", aún a sabiendas, aún cuando se sabe a gritos, que la prosperidad se reparte arbitrariamente a parientes y a amigos. Violar este principio, para obedecer a la lógica real, implica ganarse la enemistad y el oprobio de los seres humanos insanos que habitan en nuestra cultura y que son mayoría.

Ridículo suena pues, pretender fuerza, inteligencia, capacidad y creatividad, pero al mismo tiempo, acotadas a la obediencia, el no cuestionamiento y la entrega ciega, y por demás, gratuita, sin una verdadera recompensa por el trabajo realizado.
Y sin embargo, lo hacen, y parecen hasta tener éxito. Pero en verdad, no tienen todo el éxito que podrían tener. No. Una persona verdaderamente inteligente y creativa, desarrolla su saber mediante el cuestionamiento. Un verdadero científico se cuestiona todo para llegar a la verdad. Y la verdad es contundente siempre.

Por ello, afirmo, repito y sostengo, que todo concepto artificial, no sirve de nada. Y ahondaré sobre esta cuestión y la cuestión del "ciudadano" en el futuro. Y afirmo, repito y sostengo, que la palabra militante debiera ser una mala palabra de aquí en adelante. Necesitamos un nuevo término, y un nuevo tipo de "miembro de una facción política" que apoye racionalmente a un proyecto bien elaborado de pies a cabeza, no sólo proyecto de país, sino proyecto de cultura, y por cultura hablo de filosofía de vida, de esos pensamientos que cambian los países para siempre y por todos los siglos por venir, y hasta a veces, la humanidad entera.
Ese tipo de apoyo implicará mucho más que el tibio apoyo del militante gritón, o del mercenario militante. Implica, como diría Maquiavelo, la diferencia entre el soldado nativo, y el mercenario. El soldado nativo cree verdaderamente fuera de toda cuestión en su causa, en su país, y en su gente. No necesita gritar ni hacer gran lío para que el mundo sienta su fuerza y su disposición a dar la vida por su gente.
En cambio el mercenario, el fanático ciego, en algún punto siguen siendo personas y teniendo cerebro, y siempre tendrán dudas. Retrocederán al primer contratiempo, traicionando a quien apoyaban con muchisima rapidez....

martes, 2 de julio de 2013

2 de Julio de 2013, he retornado...





 Hace once años y tres meses que abandoné mi castillo, mi amada fortaleza, mi hogar, la esencia viva de mi ser, mi cielo, mi lugar digno de panegírico y el lugar donde mejor podría jamás estar.
 Salí a luchar lo que el Orden Sagrado hizo de mí. Pasaron tantos años, y cuando partí de mi castillo, no me di cuenta que lo dejaba detrás siquiera, como siempre sucede cuando alguien puro cumple un deber sagrado, uno pertenece al Cielo y lo natural pues, se vive como natural y no como una partida.

 Verán, no conocía otra cosa. Ese era Mi Mundo. Para mí, el Universo entero vivía en él. La naturaleza me sacó de él, y la naturaleza a él me ha devuelto. Y sólo ahora que el círculo está completo, me doy cuenta que me fui y que regresé. Muchas veces añoré el pasado, como un ciclo ido, pero olvidaba que el círculo es la regla suprema del universo. Todo retorna a su principio una vez que ha cumplido un ciclo necesario.

 En mi castillo, antes de salir de él, amaba y respetaba a todos por igual. Los veía quizás a algunos salvajes, pero creía que cada cual merecía su castillo, y su lugar de paz, en el Orden Sagrado. Creía, fútilmente, que había algunos pequeños errores en el orden artificial, pero que eventualmente las naturalezas interiores e inocentes como la mía, superarían esto. Y que cada cual tenía eventualmente su castillo, y que la justicia prevalecía sobre la injusticia, y los ideales por sobre la realidad.
 Nunca debí haber dejado mi castillo, pero, ¿sin el camino circular que sigue el universo, como habría valorado tanto mi castillo como lo amo hoy? Mi castillo es el mejor lugar que existe para mí, y quizás para cualquier ser vivo que exista en el universo. Si mi castillo perdura más allá de mi existencia, sin embargo, preferiría que se evaporase, para que nadie obtenga siquiera una mota de polvo de este paraíso... Me pertenece, y yo jamás he faltado a la justicia, nadie impuro jamás debe pisarlo. Ni siquiera los que serán impuros en el futuro. Sólo los animales tienen derecho a entrar en él.


 Mi castillo. He luchado tanto por el camino, por tantas cosas, cosas que, por natura, debiera haber obtenido en cuestión de meses. Las obtuve sí, pero once años y medio después...Y a medias, con muchas heridas, con mucha lucha, con el corazón destrozado y el alma corrupta. La razón de tantas heridas, tanto combate que me hizo creer que jamás volvería, ha sido de este sistema social, de esta cuestión perversa que me rodea, y que es una red compleja de subyugantes y subyugados, donde pocos tienen el privilegio de la tranquilidad o de algo de paz, y donde nadie tiene realmente un sentido claro de lo que es vivir. Y donde nadie respeta el Orden Sagrado.

 ¿Por qué salí? La natura me envió a procurarme una mujer, descendencia, y a asegurarme el sustento independiente. Mi cultura propia, alimentada por mi lógica, por los libros en mi castillo, por mis elubrucaciones, fantasías, creencias y aspiraciones, echaron un manto de sueños y romanticismo sobre estos dos objetivos naturales.
 Fue emocionante, el primer tramo al menos, estaba acostumbrado a una profunda y enorme soledad, y sólo aceptaba la compañía de animales, y hasta de algunos espíritus. No entendía lo que era aquél mundo de afuera donde la gente buscaba algo redituable en la compañía: felicidad, compañía, reconocimiento de los pares... Y todas esas cosas que los libros de psicología que he estudiado y lo que he vivido me han enseñado muy bien.
 Aprendí la empatía rápidamente, y con ella, a a ponerme en los pies ajenos, de una manera increíble...Podía leerlos por completo, como libros, y luego sentir lo mismo que ellos frente a las cosas, obteniendo la felicidad de aquellas cosas que ellos también obtenían.

 Mi campaña me enseñó a marchar, a tener disciplina, y con ella aprendí a moverme en la sociedad. Al principio era como un extranjero de un país muy lejano y salvaje, ya que mi aislamiento desde toda mi vida, fue enorme y autoinfligido. Mi castillo siempre fue muy cómodo. Para vencer las inseguridades adopté una técnica aprendida de un maestro, un verdadero guerrero de la vida que me tomó cariño pese a que éramos enemigos. Enfrentar las cosas. Si temía a algo la mejor forma de superarlo era la agresión absoluta siempre y cuando esa cosa no pudiera matarme.
 Así siempre comenzaba el mismo proceso, cometer errores estúpidos, garrafales, gigantes, que arruinaban mi reputación, o me hacían quedar como un incompetente, un enfermo, alguien mal educado y corto de mente. Pero yo sabía que la gente olvida pronto, o siempre habría más gente. Y con esa nueva gente, debido a que mi proceso era consciente, metódico, pensado, hacía las cosas cada vez mejor. Hasta hoy, soy un miembro ejemplarmente simpático de mi sociedad, y cuando lo deseo, impresiono en todas partes a quienes me interesa hacerlo con toda la facilidad. El método agresivo es el más riesgoso, pero se aprende muchísimo más rápido. Costó un tiempo saber cuándo convenía la prudencia y cuando convenía el combate, siendo que el combate y la decisividad jamás me fallaron en este mundo de cobardes. De todos modos, la prudencia tiene pocas utilidades realmente en este mundo como hoy es.

 Pero luego vinieron los fracasos en las expectativas, los años echados a la basura, y por sobre todo, la consciencia de lo enorme y elaborada que es la prisión que la sociedad ha creado, a través del dinero, las obligaciones impuestas desde nuestro nacimiento hasta la muerte, todo el asunto de quién es dueño de la propiedad, de la tierra, del aire, de los recursos en las entrañas de la natura... Al fin y al cabo, me habían destinado desde mi nacimiento a ser un esclavo que trabajaría por comida, hijos, una celda sin barrotes llamada departamento o casa, y algo de esparcimiento. Con pocas diferencias conceptuales y más diferencias accidentales, con lo que se llama cárcel. En verdad, la cárcel y la "libertad" que la sociedad me ha querido disfrazar por libertad real, son bastante similares, siendo la primera más estricta que la segunda únicamente.

 Pronto comprendí lo que había debajo de esas sonrisas, de toda esa simpatía semiactuada, ya naturalizada por los años de hipocresía permanente. Miedo. Necesidad de superar ese miedo. Sea subyugando mediante la superioridad, o mediante la necesidad de compañía y cuidado, por miedo a enfermedad, vejez, soledad, o mero aburrimiento. Para el ser humano, cobarde como es, la soledad es su mayor miedo, enfrentarse a sí mismo en la soledad sería peor que ninguna otra cosa.

 Me comprendí en el infierno, y demasiado atrapado en él. Lo más triste, atrapado en él desde mi nacimiento, y la fuerza contra la que me pretendo rebelar es histórica y más poderosa que un dios frente a mí. Nada puedo hacer para superarla, nada puedo hacer contra ella para obtener una vida acorde al Orden Sagrado. Estas cadenas jamás podré librarme de ellas excepto con mi último aliento.

 Saberse condenado de por vida es una cuestión difícil de tragar. Y aún más, saberse sólo en un combate de todos contra todos, donde la gente cuenta con familiares y amigos para empezar. Cosas de las que carecía. Sin embargo hice de tripas corazón, y luché sin denuedo hasta alcanzar lo mínimo esperable para llevar una vida "decente" bajo los estándares de los humanos. Bajo mis estándares, es un asco, una inmundicia despreciable que sólo podría ser peor. Y sin embargo aquí estoy.

 Como un hijo de la muerte, no me permito a mí mismo abandonar las armas hasta que mi último aliento haya expirado.

 Sin embargo...he luchado, aún desde mi castillo, desde mi infancia. Tomé sobre mí incluso los combates de otros, me sentía inconquistable, y conquistador de todo. Realmente nada puede oponérseme cuando deseo algo. Y por mucho tiempo que tome, lucho por ello hasta obtenerlo.

 Así fue siempre. Pero el cansancio es terrible, once años y medio de las mismas luchas una y otra vez... afuera de lo único que me daba paz, de mi lugar en el mundo, en MI MUNDO. No deseo salir nunca más de él, espero no necesitar salir nunca más de él.
 Aunque sé que asediarán mi castillo día y noche, nunca podrán tocarme.

 Deseo volver a mi silencio permanente, a mis pensamientos permanentes, a mi disolución, mi meditación permanente, a desconectarme de todo lo que estos seres despreciables creen tan importante. A volver a vivir en el Alma del Mundo, y ni siquiera darle entidad a todas las pretensiones esclavistas, ridículas, exigencias, respetos y deberes artificiales que pretenden obligar e imponer a través de su cultura llena del veneno de sus ancestros y su eterna guerra entre sí por banalidades.
 Actuar como si no existieran, cosa que les ofende hasta la médula, más aún cuando traen pretensiones y exigencias, es un placer que me devuelve apenas unos segundos al mundo real.

 Por supuesto, esto sólo puede terminar en una tragedia. Pero... Volví a mi castillo... No podría importarme menos. Ahora sé luchar, y si me obligaran a salir de mi castillo a luchar para conservarlo, sabrían lo que un hijo de la muerte es capaz. Mi virtud me protege, nada me es exigible realmente. En cambio, oh, veo sus faltas demasiado de cerca. Es que no dejan de recordarme, con su hipocresía, de todo lo bien que se creen y cómo su descripción de sí mismos no encaja con su ser, eso es, en este tiempo que he debido andar a pie en este mundo odioso.

 Al fin, he vuelto. La lectura, los libros, el silencio permanente...sólo me falta un último combate, pero ya lo combatiré desde lejos, desde mi castillo...desde la lentitud de los años. Cuando esa conquista llegue, tendré  un bolsón de libertad en mis manos. No la verdadera libertad, pero lo más cercano que alcanzaré en esta vida.

 Sólo temo por si alguien se atreve a intentar entrar en mi castillo... Estos once años me han mostrado lo que es el infierno. Y las heridas sobre mi alma piden a gritos la sangre, el sufrimiento, y la ruina absoluta de mis enemigos y de sus familias.

 Sólo permaneced fuera. Nadie...está invitado. Ni lo estará nunca.


 He escrito, he dicho.

 L.

martes, 25 de junio de 2013

El sentido de la vida

Como escribía sagazmente Orwell, somos todos iguales, pero algunos somos más iguales que otros, para referirse a la hipocresía de quienes dicen estar en relación de igualdad con los "de abajo" y sin embargo, aseguran privilegios para sí, y a sus "iguales" inferiores se los prohíben.

Pero como, sagazmente, dijo una persona que conozco, estas cosas suceden sólo si los de abajo permitimos que sucedan. El miedo es nuestro peor enemigo, más aún cuando deviene en costumbre: se transforma en cobardía.

Hay una forma de vencer el miedo para siempre. Asumir la muerte propia, meditar sobre la muerte inminente de uno a diario. Así las cosas adquieren su justa proporción, y su verdadero cariz: son meramente pasajeras, nada es para siempre, ni nada es demasiado grave para un "condenado" a muerte.

Quien asume su muerte, asume la realidad, quien asume la realidad, no está dispuesto a soportar ninguna injusticia, y no teme a las consecuencias. ¿Acaso pueden ser peores que la muerte? Nunca. Sólo una cosa puede ser peor que la muerte: La injusticia. Y cuando la injusticia deviene en costumbre, se transforma en falta de dignidad, tanto de quien aplasta esa dignidad, y tanto aún más del que permite que se la aplasten.

En conclusión, hay que luchar contra la injusticia, como hoy luchan los ilusos cuando ven la muerte cerca: Como desesperados, dispuestos a todo, a lo que sea, para evitarla. Nunca la podrán evitar. Pero la injusticia si puede ser evitada, si puede ser combatida, y quien la traspone al lado de la muerte, gana el atributo de combatir la injusticia con una inusitada e incansable ferocidad.

Luchar contra la injusticia, sin embargo, cuando devino en cobardía generalizada, es alterar un orden de beneficiados: Los cobardes se benefician de la paz, ya que temen el conflicto, y los indignos se benefician de utilizar a los demás para sus propios fines. Por ello el gran Nietzsche escribió que quien lucha por la justicia es un solitario, si no lo era ya, devendrá en solitario. Pero también escribió que luego de haber sufrido el desprecio, la marginación, y quizás hasta inclusive, destinos peores que la destrucción, la justicia le seguirá detrás, cojeando, y con ella, digo yo, el destino de los Justos y aquellas glorias innominadas, de las que la humanidad no tiene registro, pero que se llevan en el alma hasta el fin de los tiempos.

jueves, 6 de junio de 2013

MÍRAME..


Barreras rotas, límpidas,
límites inexistentes
corazones negros ardientes,
intenciones locas, pútridas,

La noche llama, aúlla,
el "vino" y el pecado, 
y el remordimiento, olvidado,
Dionisio me ama, arrulla,

De las uvas de mi corona estiva,
no es la poesía la más adictiva,
sino un secreto escrito en la arena,
fruto de pasión y pena,
allende mi oscuro destino;

Entre tus besos, mi sino,
mis rezos, mi camino,
por un breve instante, borracho,
de tu piel, de tu cielo,
de tu miel, de tu pelo,
entre árboles y flores elevo
mi alma, mis colores, mi fuego,
por un instante, sonrío,
por un instante, envío,
mi corazón inasible

El caos es mi pura fibra,
fluyo de pura vida
por las venas de quién me mira,

Suena por mí tu lira,
detiene mi tornado,
llámame tu amado,

Fuego a mi fuego
silencio a mi corazón,
Pasión eres mi ruego,
Arlequina de mi canción

Eterna.

Allende tu suave pierna
y tu dulce secreto,
la belleza castiga
a quién se postra ante tu voluptuosidad

Tus ojos, oh, el veneno
que extingue la voluntad,
tus labios la potestad,
del sueño bueno
y los deseos de eternidad

Cielo mío, condena mía,
mi infierno y mi sed,
mi Baghdad y mi vid,
tu cuello grita mi mordedura

El deseo y la locura
de una divinidad trascendente

Nuestra pasión sin relente
será las columnas del fuego ardiente,
cerrándose sobre nuestros pecados,
y concediéndonos, entre besos,
la vida eterna.

L.

Amen.

sábado, 1 de junio de 2013

SUEÑO DISTANTE


Sueño distante
de un lejano corazón,
infinita amante
de alegría y desazón

Sueño de muerte y vida,
de Alfa y Omega,
mi Cielo reniega
 tres veces tu partida,
cual un San Pedro
traidor

Tu cariño me desborda
cual la lluvia esta ciudad maldita,
aúllan sombras del Borda
en este año de la Bendita
en que tus labios me agraciaron
con tu cielo y tu tempestad,
con tu mano y la majestad,
del dibujo Creador

Entre mis amadas cenizas, recuerdo,
haber sido una vez tu Emperador,
ser y sido el cielo y lo incuerdo
incitante de tu ardor
primaveral

Todos los espectros del mal
que han visitado tus noches más oscuras,
de tus ángeles, y tus fantasías impuras,
cobraron vida sobre mi piel traslúcida,
tus besos y tu alma impúdica
alimentaron un fuego alto como las montañas

Serpenteante camino por el que empeñas
el tiempo funesto de nuestros días,
el mediodía se ha ido
con él lo que más querías...
¡ignora tu corazón partido!
pues no hay un Cielo sin riqueza,
ni riqueza sin la sangre más espesa
de la muerte lenta de los gentiles,

Ni las voces más viles
apagarán tus gemidos
resonando en mi alma vibrante,
ni vendidos ni jamás vencidos,
eterna y celestial amante,
ni por el tiempo, ni la muerte silenciosa,
tu espíritu me glosa
poesías en el mío

Aspiro el nocturno frío,
vaho de recuerdos displicientes,
ni lleno, ni vacío,
por completo satisfecho,
todo es nuestro por derecho
de las deidades
que somos

Húndete en el Cosmos,
sus semieternas beldades,
no dirijas más un paso
ni un corte de retazo,
pues hay un orden
natural


L.

No pienses. Vive.





miércoles, 15 de mayo de 2013

(Y tu corona es el Infinito que alberga mi corazón)


En tus ojos viven musas,
arde el fuego de ninfas,
y manos hermosas
de un ángel sin alas,

Canta mi corifeo,
encendiendo mis antorchas,
en el claro, oh te veo,
entre lanzas y flechas,
de Febo, Diana y Amor;

Tu corazón llora lo justo ausente,
los fantasmas del presente,
la fe en el Omnipresente
cuya oración recibe silencio,
ni aún la mirra, el oro, el incienso,
o caso la sangre llamará Su Consuelo.

¡No! soy yo quién te velo
Dama de mi noche fantasiosa,
en mis sueños cada cosa
se apaga en mi pesado paso,
entre mundos yo cazo
los tulipanes de tu corona.

Tu tirano no razona,
más eleva el fuego de tu ira
tan alto y persistente como el Hira,
el tiempo entierra tus enemigos,
soy tu higuera, mil higos,
de frescura
con sed y con premura,
avanza con el sol en tus brazos,
bebe en mío los retazos
de tu ánimo faltante,
demonio, poeta, amante,
cielo, refugio o caballero andante,
mi mano estará a tu lado

Recuerda lo oscuro, helado,
corazón de noche invernal,
duerme todo humano infernal,
y tú, Hada o Diosa,
despiertas al poeta
cuya palabra espeta
a la niña melosa
durmiente de la guerra...

Iré por toda la tierra,
la viviente y la onírica,
entre prosa y lírica,
alabando tu corazón galante
amando tu lecho fragante,
con el poder de mi brazo
arrojaré el madlito mazo
de tu destino más oscuro;

Por tu corazón puro
cuyo místico poder
hace mi alma arder.

Mírame, ojos de azabache,
ámame, inspírame la noche,
aspírame este fuego intenso
mi ser es un consenso
de átomos que te aman;

Eres la Luna y más que la Luna
para este errar que deambula
sin más estrella que tus palabras
sin más belleza que tus miradas

¡Y para el poeta la Luna es TODO!

Demonios y ángeles enciman
para adorarte,
Diosa de un Cielo
sólo para Tí.


L. 

¡No puedo describir cuanto te adoro, cuantas noches esperaré observar, frías y heladas, junto a la fogata de tu alma, las estrellas y el silencio ruidoso de las cosas mudas!