miércoles, 15 de mayo de 2013

(Y tu corona es el Infinito que alberga mi corazón)


En tus ojos viven musas,
arde el fuego de ninfas,
y manos hermosas
de un ángel sin alas,

Canta mi corifeo,
encendiendo mis antorchas,
en el claro, oh te veo,
entre lanzas y flechas,
de Febo, Diana y Amor;

Tu corazón llora lo justo ausente,
los fantasmas del presente,
la fe en el Omnipresente
cuya oración recibe silencio,
ni aún la mirra, el oro, el incienso,
o caso la sangre llamará Su Consuelo.

¡No! soy yo quién te velo
Dama de mi noche fantasiosa,
en mis sueños cada cosa
se apaga en mi pesado paso,
entre mundos yo cazo
los tulipanes de tu corona.

Tu tirano no razona,
más eleva el fuego de tu ira
tan alto y persistente como el Hira,
el tiempo entierra tus enemigos,
soy tu higuera, mil higos,
de frescura
con sed y con premura,
avanza con el sol en tus brazos,
bebe en mío los retazos
de tu ánimo faltante,
demonio, poeta, amante,
cielo, refugio o caballero andante,
mi mano estará a tu lado

Recuerda lo oscuro, helado,
corazón de noche invernal,
duerme todo humano infernal,
y tú, Hada o Diosa,
despiertas al poeta
cuya palabra espeta
a la niña melosa
durmiente de la guerra...

Iré por toda la tierra,
la viviente y la onírica,
entre prosa y lírica,
alabando tu corazón galante
amando tu lecho fragante,
con el poder de mi brazo
arrojaré el madlito mazo
de tu destino más oscuro;

Por tu corazón puro
cuyo místico poder
hace mi alma arder.

Mírame, ojos de azabache,
ámame, inspírame la noche,
aspírame este fuego intenso
mi ser es un consenso
de átomos que te aman;

Eres la Luna y más que la Luna
para este errar que deambula
sin más estrella que tus palabras
sin más belleza que tus miradas

¡Y para el poeta la Luna es TODO!

Demonios y ángeles enciman
para adorarte,
Diosa de un Cielo
sólo para Tí.


L. 

¡No puedo describir cuanto te adoro, cuantas noches esperaré observar, frías y heladas, junto a la fogata de tu alma, las estrellas y el silencio ruidoso de las cosas mudas!