sábado, 24 de junio de 2017

LO QUE VES


Se lanzaron gritándose bravamente
el acero restallaba y la dentura rechinante
dan fe del breve ardor de dos estrellas
cuyo fuego regalaban sólo a sus querellas.

Una y otra vez concentrábase en la diana,
habrase visto una pasión insana
de pareja con discplina zen,
son los tiempos lejos del bien
donde cada lobo caza una montaña.

Fumaban despreocupados desafiando el frío
sin conocer lo salvaje del desafío:
caminaban, bebían a diario, peleaban,
por las noches qué bien descansaban,
sus ojos conocian los colores del arte
y sus oídos entender el mugir del aire;
comían lo malsano y se abandonaron al descuido
¡No se conocían afortunados!
llenos de ambiciones, de maldad alelados,
ciegos a bendiciones que daban por sentados.

Se profesaban cariño inducidos por hormonas
el amor es un programa no un dios griego,
arrodillado en misericordia un ruego,
encontrará silencio en todas las zonas:
siguen rugiendo las tormentas
y destrozando los tormentos
a desesperanzados enfermos en sus camas

No te pregunto si existes o no
sino si alguna vez te tuvimos.