martes, 6 de diciembre de 2011

Señor de los Mundos


Alabado seas Señor de los Mundos,
El de la Penetrante Mirada,
Aquel que no son tres, ni dos,
sino Uno, Ojo de la Alborada,

Alabado seas, Señor de los Largos Brazos,
Cuya Mano todo lo alcanza,
del cual no somos sino retazos,
indignos de Tu Estancia

Alabado seas, Vencedor Eterno,
señor de la Muerte y las profundidades
del Espíritu Eterno conquistador,
dador y destructor,
de horrores y beldades

Alabado seas, Señor de la Vida,
permíteme ágil partida
y dame tu Bendición,
y la nota final
de mi canción:

Yo Soy
Lo que Soy
He aquí mi principio
He aquí mi Final
Por Siempre y Para siempre

Perdóname, Señor de los Mundos,
en mi arrogancia quise ser un hombre,
ruego ahora ser acaso
una montaña
un viento
o una estrella
o acaso una bacteria
apagándose en un suspiro.



L.





"El Mensaje Sagrado dice.... Tan arrogante fue el Hombre, que cuando el Creador preguntó quiénes querrían probar que serían buenos, los animales se escondieron y las montañas temblaron de miedo. Más el hombre, arrogante y falto de sabiduría como es, se arrogó encima suyo la más dura de las pruebas. Cambiando una existencia de paz, por la conciencia de sí mismo y las potestades divinas creadoras.

A un alto precio."



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