martes, 20 de diciembre de 2011

Lacessit



Cuál es el sentido
si no es la Muerte,
cual es el gemido
si no es el dolor

Qué camino el que uno anda
rezando y pecando maliciosamente
todo en nombre de Sananda,
engañando la propia mente

A golpes quiero purgar
la hipocresía sonriente,
a fuego quiero purificar
al aprovechado malviviente

¡Hermano! ven a mí con brazos abiertos
te recibiré con puñetazos violentos,
escupiré en tu rostro
más allá de tu descendencia

¿Qué necesidad hay de la violencia?
pero claro, del mundo es parte la muerte
aquí o allá en Marte
Thánatos hace fluir los estanques;
fluir a punta de estoques
de bala, cuchillo y veneno,
ay así habrás de alcanzar el Cielo
antes de que sus puertas se cierren;

Y me preguntas los ángeles si vienen,
vienen,
con alas negras como la noche
y espadas fulgurantes
cual mi azabache
corazón,

¡Vengaos ángeles!
no hay lugar para tanta maldad
entre las ciudades y personas
desborda llena de insensata frialdad
acabando con la bondad

¡Vengaos! clamad una guerra
alzaos ustedes, los silenciosos,
erizad las armas en toda la Tierra
feroces como osos
tomad venganza de los impíos
los hipócritas
los tibios y los aprovechados
barredlos, deben ser limpiados;

Y Se Alzará, brillando más que cualquier Sol. Se Alzará y llamará a todas las almas al Juicio, hasta los Justos sentirán arder su piel ante la luz de Su Justicia.
Y los llamará, sí, las montañas se postrarán, temblando de miedo ante Su Faz. Los injustos desearán no haber vivido o haber muerto definitivamente. Pero no. Hay otra vida después de ésta, y sereís llamados hasta del mismo polvo, a rendir cuentas ante Su Presencia.

Y así os llamará el fuego. Un fuego tan intenso que explotará a todo momento. El gran océano de llamas estará hecho una furia, lleno hasta el desbordar de los injustos. Sufrirán cada instante como el primero, sin poder acostumbrarse. Un fuego se apoderará de su corazón y la esperanza les abandonará para siempre.

Su crueldad, será recompensada con una crueldad más profunda que los abismos del espacio.
Sus castigos sobre el mundo, serán recompensados con el castigo de Aquel en lo Alto, quién es el más fuerte castigando.
Su ambición insaciable, será recompensada con un fuego insaciable, que nunca se agotará de recibir su tristeza, su desamparo, su desolación ni su desesperanza. ¡Se alimentará por siempre!

Sus ánimos simpáticos, elevados como un Febo resplandeciente, llamando a la risa y la sumisión, serán recompensados con una constante humillación.

Oh vereís, que toda Luz tiene su Sombra. Y cuánto más alta aquella luz, más larga será vuestra sombra.

Y ruego que sea hasta el infinito, nadie se merece más ese castigo, que nuestro género humano.
(Qué consolador para el alma, es leer sobre el Apocalipsis).


L.

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano. F.N.

No hay comentarios:

Publicar un comentario