cual una lluvia de lanzas,
mi alma se llena de aspavientos
viendo rotas las esperanzas,
Un cielo enfermo de mí se ríe
mientras el desánimo
carcome mi molicie,
Dios magnánimo
de la muerte atroz
dale a este moribundo del alma
renacer veloz
Los ánimos se vuelven siniestros
al caer de nuevo en la prisión
donde no veo ni los astros
ni mi espíritu me vibra una canción
Sin pasión y apagado
me golpeo en una celda,
Abstenir lo reventado
una vez más me suelda
a mi cuerpo cual parásito,
He perdido
la parte inmortal de mí mismo
y todo cuanto permanece
es bestial
Sin pasión y apagado
orino sobre ambiciones,
las ideas y sus embriones,
bajo el ánimo malvado
mueren
miserablemente,
Echo a perder camino andado,
y los años caídos de mi mente
en la nada desperdiciado
el Tiempo, jodidamente,
¿Quién quiere probar
la más dulce de las recompensas
que aguarda a los mortales?
Sólo Yo,
los Insensatos
y los Locos
Alabados sean.
L.
Per aspera ad nihilo.