En un atesorado valle de flores
miércoles, 17 de abril de 2013
MUERTE
En un atesorado valle de flores
quiso mi alma que halle
fin a mis dolores,
cavando mi tumba,
cruzó un relámpago cual
fulgurante espada
hirviente quemó y
retumba,
en lo más profundo de mi
alma amada
Como la luna del amanecer,
ante un sol de brillos me
vi perecer...
ahora viajo en el viento y
su libertad
cual lágrima arrebatada
de un ojo
en una tempestad,
Este mar de alegrías yo
escojo,
en la tenebrosa tormenta
de mi vida
para volar en mi viaje de
ida
entre las ardientes
estrellas
para encontrar una dulce
alma
y danzar con ella en las
nubes más bellas
y rendir pleitesía al
éxtasis del vacío y su calma
en el sublime espacio de
las eternidades
de tanta, tanta belleza y
espesura
que se transforman en
dulces calamidades
de fuego, muerte y
hermosura
L.
Amor tussique non celatur