sábado, 28 de abril de 2007

CINCO


La oscuridad atrapa cuerpos nuestros
y les trabaja con ahínco
nos enferma, con el número de cinco,
atravesándonos con las lanzas de los astros

Con el número de uno
tomo la Soledad, la arropo,la acuno,
así escondánse todos mis sentimientos
pues en mí se oscurece la luz de mis cimientos...

Por el número dos de Gemelos,
que es el número de ruedas de un carruaje,
a mí vino del Infierno un paje
cargando la horrenda máscara de los Celos.
Y la vestí.

El número tres es el de la Desidia,
y de ella está hecha mi armadura,
mis vestimentas y mi persona impura...
es lo que me congela noche y día
manteniéndome en una tumba
inerte, ante los cambios del mundo.

Con el número cuatro los resquemores
de la envidia, la ira y el orgullo, unidos
como un banquete celestial han sido servidos
conformando la mesa de los Pesados Enfermos Humores.
Cuyo nombre es humor de podredumbre
y su hedor ardiente como verduzca lumbre
sus llamas son helmintos de quimera,
y su aroma no es madera, es mi mente.

Finalmente,
Cinco, sobre mi enemigo yo brinco con violencia,
el enemigo somos yo y el universo.
Encontrábame en paz y disperso
y la amenaza de la muerte cerró mi conciencia
y mi propia Convicción se transformó en mi mayor enemigo...

I am my own worst enemy.




L.