lunes, 9 de abril de 2012

SONETO DEL CIELO



El Cielo no tiene misericordia
Con quien ignora su propia natura,
Su felicidad impura
Se sostiene de la discordia

Se alimenta sin cesar
Bestia banal desgraciada
De detrito alimentada
Sino consume ha de fallar

Venid como la Muerte, suave,
Con un canto de dulzura
Con la intención pura
Cual nocturna ave

¡Venid cual el rugiente río!
¡Traed vuestro ardor impío,
Oh hermosa,
Con tu pasión ardorosa, revienta mi hastío!


L.

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En las cenizas del pasado se hallan las gemas de la Historia