jueves, 26 de abril de 2012

Soneto de la Dama Agraciada


Mi corazón se abre como flor,
tus ojos son la miel,
tu voz la divina hiel
que inspira mi vida y color

Uñas delicadas, ánimo templado,
enamorado cual Encélado,
hermosa luna de éter
danza mi corazón de Júpiter

Cascada de belleza tu cabello,
voz de tu dulzura oculta,
y gracia de niñez adulta
en tu sonrisa su destello;

Tu mano llama
el deseo de dedos suaves,
¡mi corazón te ama!
dama de gestos suaves;

De tí habla tu ser
tu alma en tu hacer
tu amar, en tu andar,
me inunda, oh, el deseo,
de conocer
te.


L.

Toda una vida no alcanza para conocer una persona.

En las cenizas del pasado se hallan las gemas de la Historia