sábado, 14 de abril de 2018
EL CADÁVER DEL PARAÍSO
El amor es
como una muerte siniestra,
aparece de forma sorpresiva
símbolo de una cosa horrorosa y opresiva
que el corazón secuestra
con la fría garra del miedo
Buscando el amante en el arboledo
en la noche desnuda del deseo
como sin hilo un Teseo
enredándose en un laberinto
tejido por Eros el bebedor de vino tinto
Enervados
por el deseo de tocar
deseando penetración más profunda que el mar
el vacío se extiende por las almas, sed imposible de calmar
hasta el vacío que todo puede llenar
te destroce el espíritu de banalidad
Destrozados sin creatividad
los amantes funestos se repudian
sin chispas ni fuego se odian
inmersos en la castidad de la cotidianeidad
Castrados como esclavos por el largo día
y el penoso esfuerzo
alimentan las riquezas del que no hace esfuerzo
enlutando el pasado repleto de beneplácito
donde el placer ínclito les elevó
a un cielo desconocido que eligieron olvidar
que no pudieron sostener
cuya luz apagaron
viajando a un destino peor que la muerte
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