lunes, 30 de abril de 2018

CABALLERO PERDIDO


Abandonaste el Juramento apagando la antorcha
la marcha
lejana a recónditas regiones, ásperas y eternamente solitarias
borraron tu sonrisa, tu alma doblaron en mil áreas.

Marchando, perdido en la neblina,
en el reborde de un pantano observa con hambre una ondina,
de rincones siniestros brotan todos los fantasmas
en un camino confuso, repleto de gritos y miasmas.

Pero entre el mareo es fácil ver la montaña
adonde el Juramento te impele con lejana voz,
¡Si hasta tu caballo ha perdido la coz
y sólo veo más lejos la sisifina montaña!

Iré a través del peligroso pantano
enduraré el desierto malsano
de la terrible soledad,
cuyas garras destazan mi dubitante humanidad,

Allende las fieras de mente velada,
cruzando la locura reinante y dominada,
donde resido yo es adónde voy
-a un hogar que prela todos los hogares-
al principio y el fin que es uno mismo
al mismo lugar que es cielo y abismo

Ser tu hogar y tu humanidad,
es un vacío siempre lleno,
es un corazón siempre bueno
y sin embargo está lleno de ferocidad.


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