sábado, 22 de marzo de 2014
HUMANO
Atrocidades
de pesadilla a diario se suceden
por
millares y pocas surgen
en la
cybercorriente hacia la superficie
del
conocimiento en la molicie,
Una
condena sin condena, una queja sin acción,
sin voz
la canción,
clama
su voz por justicia de fantasía
Alma
mía ¿porqué, entre las montañas y los arroyos
los
minerales, las bestias de la noche y el día,
las
profundidades inmensas y los yuyos
elegiste
esta carne para que encarne?
Perverso
y violento, homicida sanguinolento,
demonio
sega muerte abrigado en odio frío,
mata y
tortura en invierno y estío,
dolor
inmenso y solo lento...
¡Te
desprecio más que a los insectos y los parásitos!
tu
crueldad ilimitada no tiene parangón
imaginación
laqueada por una inmisericorde ambición,
¡malditos
parásitos!
Quisiera
yo masacrar a todos los humanos
quisiera
purgar estos seres insanos,
que
arrasan sin orden ni concierto
que
cansan mi corazón hasta el desierto
de vida
y de emoción sincera
Mi
mente a la vera
del
abismo y a la deriva,
esta
furia pensativa
detesta
toda espera
¡Quiero
sangre pura y caliente!
quiero
vengar cada Inocente
con mil
cortes de leyenda,
inútil
esta senda
que
conduce al vacío
¿Cómo
venceré tu supremacía?
si mis
letras tocan el alma impía
de un
ser incapaz de justicia alguna,
mi alma
es una laguna
que ha
devenido en pantano,
paso a
paso vuelto insano
cada
rincón enloquecido
por un
corazón partido
por
unos ojos inarrancables
por
conocimientos nada amables
Por
amor a la verdad,
te odio
sin fin
Humanidad.
Historias
del Dîn
cuentos
de Jehová
La
misericordia de Jesús
y la fe
de la Torah,
la
justicia en un fantasma y al olvido
la
justicia lejos y el sinsentido
al
gobierno de la "realidad"
Comprender
la naturalidad
tan
sencillo y tan difícil, irreal,
para el
corazón negro de la humanidad
que ama
herir y lo fatal
Dime si
se siente
acaso
diferente,
la
garganta del pescado
que la
del humano indiferente
ante el
cuchillo afilado
del
sincero homicida
¿existe
un pecado de distinta magnitud
ante el
homicida humano y el del inocente en actitud
de
pureza absoluta y respeto
cuya
muerte no supone reto
para las
armas del artificio
El
humano es el orificio
donde
la muerte y el dolor
alimentan
a un Hades ahíto de placeres
su
reino vibra de color
con más
seres que Ceres
Cuenta
cabezas y ríos de sangre tibia,
para
mucho más que el hambre alivia
tanto
matar, marfil, pieles y lascivia,
pogrom
organizado, cíclica matanza,
y los
indignados de siempre en danza
Rave,
droga, risa y chanza
un
reino de placer, un ídolo de lo efímero,
entre
humanos sólo existe el número
Es tu
corazón lo más negro sin comparación,
no
existe vileza ni en la más letal mutación,
apetito
irracional de destrucción
alimenta
tu aburrimiento, tu placer y tus aspavientos,
creas
un sentido, un artificio sinsentido
una
ciencia sin objetivo
una
sociedad sin adjetivo
Promiscuo
y destructor
el
corazón negro es del humano germinador:
lo peor
los reproduce, la ambición les sostiene vivos,
torturan
los seres vivos, lo defienden con elocuencia,
en
nombre de la belleza o de la ciencia
invocan
la supervivencia
en la
crianza para matar cobardemente,
contradicción
hastío demente,
entre
artificios de ley es roja toda sangre viviente
similar
toda simiente,
todo Inocente
es nuestro pariente.
¿Cómo
podrías entender con tu arma y tu brazo largo,
tu
voluntario letargo
ante el
dolor y el sufrimiento extremo?
en tu
mano yo me quemo
sin
alma y sin corazón
Entre
el odio y la razón
debato
instintos homicidas
veo luz
en las oscuridades vencidas
y
oscuridad en tu luz sagrada
que ama
y reniega de la espada
entre
felices mares de sangre e hipocresía,
decir
la verdad es la heresía
suprema
de tu política asquerosa,
la
publicidad muy generosa
oculta
la fuente del pecado
realza
el producto acabado
de una
apolínea irrealidad
Lo más
oscuro, lo más cruel
tiene
el nombre de Humanidad.
De los
navíos de Tintagel
partía
un enamorado sincero,
un
sacrificio sin pero
pertenece
al reino de tu fantasía
¿de qué
te protege la fantasía?
Dime,
soy un demonio salvaje y fecundo,
de
sangre todo inundo
por una
causa justa y abundante
para mi
familia soy amante
y por
ella sacrifico a todos
los
Inocentes
¿Nunca
te has preguntado, cosa inmunda
porque
la naturaleza es bella, funcional y rotunda,
tu pena
es grande, y tu soledad profunda
en tu
ciudad tan horrible como infecunda
de paz
y de buen deseo?
Héroes
alabados como Teseo
luchando
contra inmensas crueldades,
qué
bello es poder decir de esas publicidades
la
parte impía es tan real como la muerte
y la
heroica tan falsa como la suerte
Dime,
Abbadón de los siete mil millones,
dime
que lo que eres, un demonio, sin ilusiones
una
mentira tan buena hacia ti mismo
una
mentira que edifica y grita
¡Soy
humano, soy un demonio del Abismo!
glorifica
con negrita
la
palabra de tu maldad,
toda la
destrucción has organizado
más que
toda ciencia, humanidad,
Detesto
tu familia y tu insinceridad,
detesto
que llames humano
al
valor más alto y más lejano,
si eres
tú el más podrido ano
contaminando
la superficie terrestre
Si
existe un mundo extraterrestre,
¡no lo
toqueís, oh dioses inexistentes!
no permitaís
la multiplicación de estas malditas serpientes
de
rostro sonriente y familia afable,
que
todo lo sacrifican por ese fin noble
del
"alimento", la "vestimenta"
que
justifican la tortura violenta
la
muerte más lenta
los
gritos inmensos sin palabras ni rezagos
de los
Inocentes masacrados
Dime
dime, deleznable humanidad,
dónde
dónde se encuentra la Felicidad,
tanta
ciencia, tanto progreso,
y tan
pocos disfrutan solos el queso
el vino
y el agua vital,
tanto
conocimiento en un presente fatal
donde
maravillas residen
y bocas
mueren
de
hambre y violencia,
¿qué
pasó con la promesa de la Ciencia?
Háblame
de los deberes
háblame
de la moral,
háblame
de obligaciones,
imponme
tu ley real,
dime
qué recompensa aguarda,
qué
tesoro sostiene la gorda,
que
premia tus ideas fértiles
y tus
placeres fútiles,
¿me
tentarás con la succión de su pezón generoso
cuando
no existe nada más hermoso
que los
bosques y el ocaso?
¿Qué
cielo opaca un cielorraso
pintado
por divino artista?
dime si
está tu alma lista
para
probar el vacío helado
mugroso
impío alelado
no
conoces nada de lo sagrado,
más tu
capricho malvado
guía
tus pasos y tu gula,
tomas
en tu mano la bula,
mentira
necesaria y fiera burla
De un
planeta que te sobrevivirá.
Cómo he
deseado una plaga, fuerte como un San Jorge,
y que
la Muerte con fuego forje,
una
podadora inmensa que al sólo envión
consuma
en un solo fuego toda nación.
¡Muerte
al dragón
muerte
a la desgracia y al artificio,
muerte
a la mentira, a lo ficticio!
muerte
a ti y a todo lo humano
muerte
a este manicomio refugio malsano,
construido
en burla por canallas,
de un
orden perfecto
sin
fallas.
Recto
es todo
salvo lo humano,
existe
más equilibrio
en la
carcaza de un pantano,
que en
la obra de todo humano
que
haya puesto el mejor brío
con
esclavos sonrientes, con minerales brillantes,
con
papeles pintados, ilusiones de estados,
rayas
imaginarias, ejércitos coordinados,
¿es
acaso más perfecto, que el bosque, que el ocaso?
Prefiero
la ola en el mar
que ver
el misil volar,
testimonio
de locura,
¿cúando,
cuándo me habré de libertar,
de toda
esta falta de cordura?
Nunca.
¿El
homicidio podrá purgar
estos
sentimientos de culpa y autodestrucción?
mi
corazón no dejará de amar
los
Inocentes, la salvación,
ni el
fuego, ni la purgación extrema
ni la
plaga que más quema
podrán
con esta hidra insoportable
¿Serías,
mi querido Sol, tan amable
de
acabar con esta porquería?
un
latido de tu corazón llameante como un grito
un
viento desesperante y tan bendito
que lave
la superficie
que
salve y que beneficie
el
reino de los Inocentes.
Abre
tú, tus entrañas, Reina Gea,
que el
humano vea
tu
sangre que todo derrite,
que tu
alma llore, que tu reino grite
¡adiós
y muerte, adiós y muerte!
por
mucho que te alerte
tu
sismógrafo, tu ciencia, tu falsa supremacía
un
latido sólo de profecía
con
toda la humanidad acabaría.
¡Oh
meteoros que surcaís el vacío inmenso y frío
las
soledades profundas entre los mundos florecientes!
mis
ojos de lágrimas un río
por
vuestras vetas plateadas
que
brillan como espadas
de
fulgurante justicia.
¡Golpeadnos!
decid:
¡Misericordia mi estela albricia!
soy un
canto de alabanza a lo viviente
soy la
muerte de todo ser maldiciente
que
blasfema el reino celeste.
¿Existe
la posibilidad de un deseo de un solo verso
tan
extenso como el globo del Universo?
para
matarte lo escribiría incesantemente
hasta
caer o morir demente
para
salvar a todo Inocente.
¿Cuándo
se extinguirá la llama de tu tiniebla?
tu
siniestra ley me habla
agitándome
las noches, la celda, y los reproches,
fantasmas
que no cesan, sobre el alma su castigo,
quiero
cerrar el postigo
de aquí
para siempre
cerrar
el ojo, apagar el alma, pudrir el cuerpo
salvar
la calma.
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