domingo, 17 de junio de 2012

Lluvia de la Vida


Dos estrellas refulgentes
como agujeros de otro Universo
nebulosas astringentes
de un corazón nunca converso

De un invierno 
hace una primavera,
de un yermo
hace un trópico de palmera,

Es un fruto delicioso
apagando una sed interminable 
es amor trascendente y lujurioso,
es dama de gracia loable

Sabrías valerte en un desierto
y conquistar el mundo para tus hijos
cargándome casi muerto
para resucitar en tus aparejos

Eres la nave y su viento,
del alma un aliento,
del cielo un lamento
de una joya caída

En mi nobleza roída
queda nada que te honre,
aún así que te asombre
puedo soportar dolor 
y oscuridad, por tu amor,
por una eternidad tan larga
como la beldad inmortal
de tu Alma

Seré la punta de tu lanza
¡por Plutón y el infierno!
no te tocará ninguna mancha del averno
y de las bocas solo habrá alabanza
a tu eterna pureza
e inocencia.


L.

Amantes sunt amentes