martes, 15 de mayo de 2007

SOL NEGRO



En algún lugar hay un Sol Negro,
cuyo placer, breve y sucinto,
es limpiar las almas del retinto
de aquél ahorrar agrio

Cual ladrillos se apilan,
recuerdo sobre recuerdo
la persona encerrada se halla
enjaulada en su propia muralla
para poder mantenerse cuerdo

Penetrado por pesadillas que chillan,
rezongan, gritan y aullan,
privándome del último lugar de paz que me quedaba

¡Heme aquí en el Hades!
¡Que más querés de mi, hijo de puta!

Allí el Sol Negro
me espera para lavarme,
dejarme transparente sin color
de las manchas que me han dejado
tantas lágrimas caídas
y tantos gritos de dolor





L.






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