Rezo cada noche, porque la única luz que aún queda encendida, no se apague. Que aún haya esperanza de algo mejor y más allá.
Que en algún momento todo cambie para siempre, y no se vuelvan realidad las pesadillas. El mundo no debería ser como es, ni la sociedad como es.
Debo seguir adelante por el camino marcado. Pero se que detrás mío estás ahí. Y cuando el momento llegue, la muerte veloz a mis pies, a mi corazón, el mundo habrá cambiado para siempre, y mi vida habrá tenido un proposito y mi aprendizaje una finalidad.
Allí donde voy estás tú. Rocas en mi camino, para que mis brazos no se laxen ni enflaquezcan.
No me detendré un instante.
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