Voz fría, como cuchillos cortante,
Me moría resentimiento rampante
Descargando rayos como frías cuchilladas,
La mentira es una tableta importante
Un falso dios la careta portante
Y el deber la excusa para mentir y enojarse,
Cerraré el grifo de lágrimas y la fuente de mi sangre
Sentaré mi alma en la ventana
Viviré leyendas y fantasías
Mundos de noche aventurosa y preciosos días
Donde siempre florece
Y mi corazón no llora
Hablaré, ¡Oh dioses y filósofos!
Conquistaré con alma noble y florear de estío,
Mundos muertos más vivos que el mío,
Sentaré mi alma en la ventana
Tu voz ya no escucharé
Esa voz como la hoz
Fría y como cuchillo cortante
Que como el grano de arroz
Me hace sentir de importante
Sentaré mi alma en la ventana
Y una noche rogaré perdón
Por desperdiciar en la ventana una vida
El regalo y el don,
Pero quién pueda encontrar
Camino en la maleza del dolor
El desierto de soledad,
Y el abismo de la prisión
De acero, concreto y pura distracción
Sin amor no hay nada, sin amor no hay vida,
Sentar en la ventana detiene mi partida,
Viniendo sigue la muerte, de mano carcomida,
El tiempo pasa, su promesa inalterable,
El fin del dolor, de sentirse miserable
Por eso,
Sentaré mi alma en la ventana
Frente a bosques brillantes como espejismos
Detrás de los vidrios el abismo
Me mira, por mí mirado,
Mi corazón así arrobado
Duerme y la muerte espera
Mi angustia es tan profunda
ResponderEliminarQue con ella toco los abismos
Tan ancha es mi soledad con ella llenare un frío mar
Mi corazón acostumbrado a amar
Es como un volcan callado cubierto de nieve
Su corazón hueco, sin dar más vida
La noche es larga y las pasiones duermen
El tiempo las devora y ya nadie vive el intenso amor
Que atesoro en mi más profunda cámara
Allí reposara
Hasta que la muerte lo reclame
Es ella la heredera impavida
De un regalo digno de la primavera
Del tesoro divino
Que nadie quiere