lunes, 10 de septiembre de 2012

Vieja Juventud


He deseado un tiempo sin tiempo
un tiempo salvaje y corto,
feliz, lozano, extremo,
me despierto y alerto
ante la llegada del enemigo

Sólo quien lleva mi sangre
es mi inseparable amigo,
todos juntos definimos el rumbo
de la historia

Soy joven y luego muero,
no sirvo a otros excepto a mí
y los míos,
nada espero
y solo vivo

Veo el Sol en todo su arco
soy fuerte, rápido, parco,
y sin embargo, sé reirme
constantemente,
tan tranquila está mi mente
en mi corta vida
que duermo a pata suelta
todo el viaje de ida

Soy una saeta ínfima
menos que una estrella,
polvo de los polvos
viviente, ardiente, cual rima,

Joven e impetuoso amor
se consuma al instante que debe,
corro veloz, sin ataduras,
sin murallas mentales
domando bestias letales
adoro la vida y desprecio el Leteo

Ay, ese mundo que se fue,
mi nacimiento no había llegado,
mundo que ya nunca fue ni será amado
excepto por el fiel recuerdo
grabado en mi carne

Me recuerda a cada instante
cuando mi espíritu se aquieta por las noches,
las correrías de mis antepasados,
el valor, el viento, la libertad,
el futuro en manos nudosas y poderosas,
mundo hostil, salvaje, hermoso
amable, para quién le adora
cruel, para quién le ignora

Corre por mi sangre
clamado mi libertad,
corre por mi alma, haciéndome sangrar
lágrimas transparentes,

Corre por mí, ay, que pesadas las cadenas,
qué pesado es para quien recuerda
este gris presente falto de paraísos
beldad
libertad.


L.

Peccatum Tacituritatis