jueves, 13 de febrero de 2014

PAN



¿Sabrías su nombre, aunque te lo dijera?
por las salvajes runas que brotan en mi piel
que sólo la sangre puede ser la marea
que tu nave empuje hacia esa miel

Es un nombre, donde todo existe
un nombre inabarcable, más allá del lenguaje mundano,
humano, débil e insano,

Detenerse un momento, del todo detenerse
y extenderse, más allá de la memoria, sin memoria,
es escuchar ese Nombre, ese susurro en crescendo
que te ahoga hasta la muerte
si no despiertas rapidamente...

¡Despierta! que las garras se hunden en tu plexo solar
reclamando tu vida de a un suspiro de odiar,
vestido de amor, deber e ilusión de ley
hacia el más lento de los mataderos va la grey,
antes vestida de honor, acero y servidumbre,
sin honor, sin acero, más plastico y podredumbre,
involución, nacida de la vanidad ínclita para los hombres

¡Teseo! que por boca de un profeta hablaste
¡aúrea tu voz denunciando la vanidad!
y tú, que en la manchada Biblia hendiste
el orgullo humano con la sabia Divinidad
dijiste y repetiste sin cesar: ¡Todo es vanidad!
el hombre y la bestia son el polvo desnudo
de un mismo destino, al mismo embudo
que conduce al vacío
bendito

Dime, Diosa mía, ¿qué subyace en tu rojo reino?
quiero oir bramar tu furia y agitar tus huestes,
quiero oír los llantos que se elevan buscando misericordias celestes,
en tus cabellos mis fantasías peino
reina de ojos arena
reina cabellos de niebla
reina de corona enjoyada
bajel de la vida, membrillo de la existencia,
condóname la partida, si no es hacia tu esencia,

Susúrrame en la vigilia nocturna, entre rayos lunares,
que tus gemas brillan en mi cajón cual mares
reflejando en cada ola, tu gloria inemulable,
el creador te hizo la más loable
de las entidades existentes
y que todas las almas dolientes
¡sientan el redoble de tu venganza en su camino al infierno!

Ven a mí, reina ojos de arena,
que tu astuta sonrisa alterca mi pena
por un tiempo sempiterno,
en tus ojos me olvido, todas las leyes del averno

El mar me balancea hasta enamorarse, tus brazos acunantes
las runas brillantes, con lo que no puede pronunciarse,
un canto y una danza, al ritmo de tu voz inaudible,
¡no existe noche más negra ni increíble!
ni un día más profundo, que aquél donde tus ojos parean
con los míos

Más largo que los ríos
es el ciclo de tu venida,
nómbrame una vida
que pueda compararse a tus eones,
indomitables son tus dones
inimitables tus perfecciones,
no, no y no, no hay vanidad posible que pueda conquistarte
el secreto de tu existencia,
los físicos han de mentirte
sobre el futuro del hombre-que-reinará-el-universo-la-ciencia

Di: ¡Domina los elementos, vanidad andante!
tu alma ha de consumirte, tu vida ha de terminarse
sin que comprendas, orgullo amante
ciencia de nunca acabarse,
que tu camino sin norte
es tu trecho fatal

Hacia él vas alegre
hacia tu triste final.

Te llamaste tigre
vencerías al dragón celestial,
ni la cuántica, ni la teoría más intensa,
te darán el Reino

En tu río de niebla me peino
de tu belleza eterna llena de voces musicales,
tu armonía repleta de tonos vivos y fatales,


que sonará hasta el último instante del Universo.


L.